Blog de los alumn@s del IES Schamann para mantener informado al mundo de lo que pasa hoy en nuestro amado Planeta
domingo, 29 de abril de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
El último deshielo hizo crecer el nivel del mar veinte metros en 500 años
El último gran deshielo del planeta no se produjo de forma constante, sino que hubo un período de crecida abrupta del nivel de las aguas, que subió alrededor de 20 metros en menos de 500 años, informa este miércoles la revista científica "Nature".martes, 24 de abril de 2012
Turritopsis nutricula
lunes, 23 de abril de 2012
Titán tiene lagos como los de la Tierra
El equipo de científicos, de la Universidad de Nantes (Francia), llegó a estas conclusiones tras analizar las observaciones de la sonda Cassini, de la Agencia Espacial Europea (ESA). Los investigadores descubrieron una serie de surcos en el lecho del lago, en la orilla sur de la depresión, así como acumulaciones de sedimentos alrededor del mismo. "Llegamos a la conclusión de que el fondo del Lago Ontario había quedado al descubierto en esa zona", explica Thomas Cornet, uno de los autores.
Además de la Tierra, Titán es el otro único cuerpo del Sistema Solar capaz de mantener líquidos de forma estable en su superficie. Titán cuenta con su propio ciclo de hidrocarburos, basado en el intercambio de hidrógeno, carbono y nitrógeno entre su atmósfera, la superficie y el subsuelo, con muchas similitudes al ciclo del agua de nuestro planeta.
"Estos resultados destacan la importancia de los análisis comparativos en las ciencias planetarias: al identificar características geológicas familiares en otros cuerpos celestes, como en este caso en Titán, somos capaces de elaborar hipótesis sobre su formación", ha explicado Nicolas Altobelli, científico del proyecto Cassini-Huygens para la ESA.
domingo, 22 de abril de 2012
Así se veía Europa de noche desde el espacio en 1992 y 2010.
Los satélites DMSP estadounidenses han captado imágenes nocturnas de Europa desde el espacio en 1992 y 2010, y el resultado es espectacular. En ellas se puede apreciar el desarrollo de las ciudades según la luz que emiten al cielo: París, Madrid, Roma,...
Evidentemente las zonas más iluminadas corresponden con los núcleos de población más grandes y densamente habitados, Así pues, echando un vistazo a las imágenes, se aprecia como Londres, París y los Países Bajos destacan por el brillo que desprenden lo que indica tanto una gran densidad de población como de desarrollo económico, tanto en la imagen de 1992 como en 2010. Igualmente se aprecia como las zonas costeras están más pobladas, hecho que se aprecia claramente tanto en Italia como en la zona norte de Europa
En España destaca Madrid sobre el resto de ciudades, aunque en la instantánea de 2010 se aprecia un importante aumento del brillo de todo el litoral mediterráneo. Igualmente se aprecia el desarrollo lumínico de las zonas interiores tanto en Andalucía como en ambas castillas, al igual que destaca el desarrollo de los últimos años del País Vasco, Asturias y la costa gallega.
Fuera del viejo continente el desarrollo también ha sido notable. El Cairo e Israel destacan sobre el resto de zonas del norte de África, con intensidades de iluminación similares a las que se aprecian en Europa.
Los primeros osos polares son mucho más primitivos de lo que se pensaba.
El origen de los osos polares (Ursus maritimus) como especie independiente tuvo lugar hace unos 600.000 años, según revela una investigación internacional en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Su historia evolutiva es, por lo tanto, cinco veces más antigua de lo que se creía hasta ahora, tal como publica la revista Science.
Estudios previos habían encontrado similitudes en el ADN mitocondrial, procedente de la madre, entre los osos polares y los osos pardos (Ursus arctos). Debido a ello, se asumió que la especie ártica pertenecía a un linaje escindido de sus primos marrones hace entre 166.000 y 111.000 años y que había experimentado una rápida adaptación a las condiciones polares.
La nueva investigación se ha basado en el análisis del ADN nuclear procedente de 19 ejemplares de oso polar, 18 ejemplares de oso pardo y siete ejemplares de oso negro (Ursus americanus). Las diferencias detectadas entre los genomas indican que la especie polar y la parda divergieron de un ancestro común hace unos 600.000 años. “Las similitudes entre el ADN mitocondrial de las dos especies podrían indicar la hibridación entre hembras pardas y machos polares, cuya descendencia se integró con la población polar”, explica Jennifer Leonard, investigadora en la Estación Biológica de Doñana del CSIC.
El nuevo hallazgo supone una evolución mucho más similar al del resto de los mamíferos árticos. Leonard opina que sus adaptaciones específicas, como el pelo blanco, la piel negra y la envoltura de sus pies, es ahora menos sorprendente. El zorro polar (Alopex lagopus), por ejemplo, se separó de su linaje original hace unos 900.000 años.
La creencia de que los osos polares habían evolucionado en un período de entre 166.000 y 111.000 años suponía que dicha especie poseía una elevada capacidad adaptativa a las condiciones polares. Este cambio de paradigma sugiere que podrían ser mucho más sensibles de lo que se pensaba ante los posibles efectos del cambio climático. Esta especie no sólo se enfrenta a la desaparición de su hábitat a causa del deshielo glacial. Leonard explica que este hecho les obliga a “colonizar regiones habitadas por los humanos donde su supervivencia se ve comprometida”. “Si perdiéramos al oso polar en nuestra era, deberíamos preguntarnos hasta qué punto hemos dificultado su supervivencia, ya que ellos fueron claramente capaces de resistir otras épocas más cálidas en el pasado”, añade.
jueves, 19 de abril de 2012
Explosión solar
El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) la captó en longitudes de onda del ultravioleta extremo.
El sitio especializado SpaceWeather.com reportó que la llamarada no expulsó plasma en dirección a la Tierra, pero sí hacia una de las dos sondas Stereo que logra imágenes completas del Sol. También afectará el telescopio espacial de infrarrojos Spitzer y al robot Curiosity que se dirige hacia Marte.
La llamarada se produjo hacia el lado izquierdo de nuestra estrella, una región activa.
La llamarada expulsó una enorme cantidad de plasma solar en una explosión conocida como eyección de masa coronal (del Sol).
Si hubiera estado dirigida hacia la Tierra hubiera provocado ya intensas auroras boreales y, de pronto, afectado algunos satélites.