jueves, 24 de mayo de 2012

Centros escolares que emplean biomasa por 'coherencia, eficiencia y ahorro'

Para muchos de los centros educativos que ya han implantado la biomasa como fuente de energía para producir calor, se trata de una cuestión de “coherencia, eficiencia y ahorro”. Al menos son los argumentos esgrimidos por los responsables de estas instalaciones cuando hablan de las bondades que aporta la biomasa al sistema energético de sus instalaciones.
En Altmünster (Austria), el Centro de Educación Agrícola Salzkammergut, emplea una caldera Kob Holzhez Systeme de 400 kw que consume unos 1.000 metros cúbicos de astillas de madera al año para climatización. A partir de biomasa se abastecen todas las necesidades térmicas que requieren los 230 alumnos y los 56 trabajadores entre profesores y personal de servicios generales, además del internado que alberga a 156 jóvenes.
Barbara Mayr, directora de la escuela subraya que “el centro de estudios es coherente apostando por una energía local más eficiente y que aporta futuro a los propios alumnos que estudian, entre otras materias agroforestales, el uso de la bioenergía”.
Tanto la construcción de sus 12.300 m² de superficie como sus suministros y mantenimiento se han planificado con proveedores locales y con materiales sostenibles, por eso destaca la madera como elemento constructivo predominante y el uso de biomasa como fuente energética, puesto que genera importantes ahorros frente a los combustibles fósiles, además de favorecer el empleo local.
También en España encontramos centros educativos que ya se benefician de las ventajas de la biomasa para generar energía. El Colegio San José de Valladolid, enclavado en el casco histórico de la ciudad, aprovechó un ambicioso proyecto de remodelación de sus instalaciones para implementar las energías renovables en el sistema de generación de calor del colegio, afianzando así su compromiso con la sostenibilidad. 1.500 alumnos se benefician de las mejoras, que además garantizan un importante ahorro energético y económico.
En este centro se ha instalado una caldera de biomasa de 400 kW y 22 captadores solares planos, que sustituyen a las instalaciones de gas fósil. Como combustible emplean pellet certificado ENplus, con un consumo de unas 128 t/año. La inversión total ha sido de 800.000 euros y se ha contratado con una Empresa de Servicios Energéticos el mantenimiento y suministro de pellet. El ahorro logrado frente al gas fósil es del orden del 40%.

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